Excepcionalismo de Marca

Tu marca es tu favorita. Después de todo, es tuya. Tu la entiendes, ayudaste a construirla, estas obsesionad@ con los matices detrás de ella. Las acciones de tu organización tienen sentido para ti, te sentaste en la sala de juntas cuando se discutían esas acciones... incluso puede que hayas aportado y tomado algunas de esas decisiones.

Entonces, tu marca no hace nada mal. Lo que hace es lo mejor que puede hacer bajo ciertas circunstancias. Alguien que sabe lo que tu sabes pudo tomar la misma decisión, porque bajo las circunstancias, era la única/mejor opción.

Claro que debemos de comprar tu marca. Es la mejor!

Cuando tu marca empieza a caer detrás de algún competidor (Dell vs Apple, Microsoft vs. Google y luego Apple vs. Android, Google vs. Facebook)... Tu piensas que no es justo o que no se podía esperar.

El problema con el Excepcionalísmo de Marca es que una vez que lo logras, es casi imposible el innovar. Innovar implica fracaso, lo cual una marca excepcional no debe hacer, y la única razón para superar el fracaso es el seguir adelante, la cual tu marca nunca tuvo la necesidad, porque eres excepcional.

En la batalla por la atención o el market share, el mercado tomas nuevas decisiones cada día. Y la tendencia del mercado tiende a ser egoísta. A menudo, escogerá al arrogante líder de mercado (porque el mercado también tiende a ser flojo), pero el hambriento y nuevo competidor siempre tiene el incentivo para cambiar el juego o la historia.

La Humildad de Marca es la única respuesta para este competitivo y cambiante mercado. La Marca Humilde entiende que necesita el volver a ganar la atención, volver a ganar la lealtad y reconectar con sus audiencias como si cada día fuera el primer día.

Vender vs Invitar

Vender es comúnmente malentendido por personas que se sienten mas cómodas invitando.

Si te invitara a una boda, o una fiesta o a comprar un spot de TV con valor de $100,000.00 por solo $100.00, no existe la resistencia. O vas con todo a aprovechar la oportunidad o dices que no. No sería mi trabajo el ayudarte a superar tu miedo al compromiso, ayudarte a ver el gran valor y sobre todo, trabajar contigo para persuadir a otros de que eso podría funcionar.

Si la mercadotecnia y el equipo de desarrollo de producto hicieron un buen trabajo, vender es mucho mas sencillo... tan simple que podría llamarse invitar.  El vendedor del mostrador de las tiendas mac que vende las iPads no esta realmente vendiéndolas ya que existe una fila afuera de la tienda con gente con el recurso y la disposición para comprarlo. Te están invitando a comprarlo, si no lo quieres... El que sigue!!!

El vendedor de bienes raíces que dice que la casa se vendería si pudiera bajar el precio entonces esta evadiendo su responsabilidad.

La responsabilidad del vendedor es: ayudar a la gente a superar su miedo para que se puedan comprometer a algo que al final les satisfaga haber invertido en eso.

La meta de un mercadologo por el otro lado es hacer tan sencilla la labor de un vendedor, que se conviertan en invitadores. La nueva mercadotecnia se definiría a crear un escenario donde ni siquiera necesites vendedores.

Vender es una profesión. Es un trabajo duro. Ultimadamente, es recompensante, porque lo que se esta vendiendo entrega un valor real al comprador, y el trabajo del vendedor es orientarlo para que puedan tener el mayor beneficio.

Pero porfavor... no insistan en que les quiten el trabajo duro para que así se conviertan en invitadores. Eso es un buen trabajo pero no una carrera.

Trabajo duro vs. Larga jornada laboral

Larga jornada laboral es lo que hace un abogado que cobra por 14 horas al día llenado formas.

Trabajo duro es lo que un litigante hace cuando sintetiza cuatro ideas y plasma un argumento que hace que gane el caso.

Larga jornada laboral tiene su historia. Agricultores, trabajadores de fábricas... Siempre han sido requeridas las largas jornadas laborales para sobresalir. Por generaciones, siempre hubo un gran beneficio que venía de aquellos que tenían gran fortaleza y necesidad para cumplir con largas jornadas laborales.

El trabajo duro es temerario. Le tememos al trabajo duro porque junto con el trabajo duro existe el riesgo. El trabajo duro es duro porque puedes fallar. No puedes fallar en las largas jornadas laborales, simplemente te presentas y haces el trabajo mecanizado. Puedes fallar con el trabajo duro cuando no hiciste una conexión emocional, o cuando no solucionaste el problema o cuando dudaste.

Creo que vale la pena señalar que a menudo, la larga jornada laboral sienta las bases para el trabajo duro. Si nunca faltas, si practicas lo suficiente y aprendes lo suficiente, es muy probable que llegues a tener una posición de trabajo duro.

Pero, no importa las largas horas que estes en tu trabajo, no producirás los beneficios del trabajo duro a menos que estes dispuesto a dar ese paso.