El Dilema de los Músicos Callejeros

Si tocas música en la calle, cada canción debe ser pegajosa.

No hay chance para pausas o momentos de silencio para que prepares tu gran final. Si el transeúnte o pasajero del transporte público donde cantas no te pone atención, todo fue en vano.

Así que tu música cambia. Estas al 100%, siempre empujando el momento.

Para todos los que hacemos algo en línea, nosotros somos como músicos callejeros. Por un rato al menos.

Una vez que alguien se ha detenido y empezado a escuchar, tienes una opción. Puedes tomar a esa  persona en un viaje, renunciar al siguiente que viene y solo dedicarte a seducir a la persona que tienes ...

O puedes seguir empujando y trabajando por mas atención de mas personas.

Ambas funcionan. El reto es tomar la decisión, la cual estará basada en el porque estas haciendo ese trabajo. No se trata de ellos, se trata de ti.

El Fin de la Magia

Arthur C. Clarke (escritor de 2001: Odisea en el espacio) dijo alguna vez, "Cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia."

Viajando en el tiempo a los 1500s con un láser o un auto último modelo o un iPad, sin duda alguna te colgarían, te torturarían y te quemarían en la inquisición o te pondrían un altar, cualquiera de las dos.

Muchas puertas se han abierto por la tecnología en los últimos veinte años. Tanto, que el mundo esta siendo cada vez mas estrecho. Si eso pasa en una pantalla (buscadores que adivinan automáticamente lo que quieres decir, una red social que sabe quienes son mis amigos antes de yo decirle) nosotros solo asumimos que es la tecnología que esta trabajando. Difícil de creer que haya algo de magia.

Recuerdo cuando abría mi revista de tecnología (hace 15 años) y en cada página había algo nuevo, e innovador y si, mágico.

No cabe duda que habrá magia de nuevo algún día... la magia de la biotecnología, por ejemplo, o la Teoría Cuántica de Cuerdas (lo que sea que eso signifique). Pero una de las razones para nuestro tedio como perros de la tecnología es que nos falta la sensación de novedad ya que lo tecnológico fue entregado a nosotros todos los días durante una década o más. No es que no hay nueva tecnología por venir (si la hay, por cierto). Es solo que muchos de nosotros ya lo puedo imaginar.