El primero es que no funciona. Tu puedes quejarte sobre el gobierno, o tus amigos o tu trabajo o tu familia, pero nada pasará salvo que perderás tiempo.
Algo mucho peor que lo anterior, es que quejarse es un placebo inverso. Cuando te vuelves muy bueno en quejarte, empezaras a notar evidencias que harán que tus quejas sean mas verdaderas. Así que las amplificas y quedaras inmerso en ellas, creando mas evidencias que resultarán en mayores pretextos para que te sigas quejando.
Al mismo tiempo si te la pasas presumiendo de cuan optimista eres, entonces tendrás que trabajar muy duro para que tu optimismo se vuelva realidad.
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