jueves, 8 de diciembre de 2011

La instrucción auto-destructiva

Si alguna vez tienes que decir "Ya tranquilízate" a alguien, fallaras dos veces. La primera cuando no juzgaste bien la interacción y la otra persona reacciona en una forma de enojo, y la segunda vez, cuando diste esta instrucción, una que esta garantizado que provocará una reacción opuesta a lo que intentaste.
Una mas: Alzar la voz cuando dices, "Vas a tener que calmarte!" (agrega a este ejemplo a las bibliotecarias gritando a los niños a que se callen)
Es completamente valido el llegar a una conclusión de que otra persona no puede ser una audiencia que valga la pena, pareja de conversación o interactuador contigo. Puedes silenciosamente decirte a ti mismo, "Esta persona esta hueca, nunca voy a poder complacerlo." Pero en el minuto que lanzas la instrucción diseñada para "curar" la situación me temo que obtendrás precisamente lo opuesto a lo que esperas.

(Generalizando, la palabra "ah" es neutral, es una ayuda para pausar cuando estas esperando que las cosas se calmen.)

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