domingo, 29 de mayo de 2011

Interpretando la crítica

Sentirte mal por una crítica a una idea tuya es comprensiblemente correcto (Salvo cuando no lo es...)

Checa este fragmento de una carta que escribió hace muchos años el editor de una revista que nunca has oído (Red Cross Magazine) al fundador de una revista pequeña llamada Readers Digest:

Personalmente no veo como podrá obtener suficientes suscriptores para mantener la revista. Es cara la revista para el tamaño que tiene y no tiene ilustraciones... Yo tengo mis dudas sobre invertir en esa editorial.

Por supuesto que tenía razón -desde su hipótesis- y he ahí la excepción. 

La crítica a las ideas se basa en suposiciones de el mundo como es hoy en día. Pablo Picasso jamas hubiera tenido éxito como pintor en el mundo como estaba, y Harry Potter fue criticado por editores ya que creían que para que tuviera éxito, los niños tendrían que cambiar su hábito de lectura.

El elemento útil de este tipo de críticas no es si la gente promedio le guste tu idea o no (obvio que no les gusta). La pregunta interesante es ¿Que tal si el mundo como esta actualmente tuviera que cambiar para que mi idea sea exitosa?

En el caso de Readers Digest, la clave del cambio fue el mercado objetivo que estaba leyendo la revista. La mayoría de la gente que se suscribió, no leían otras revistas. Es muy diferente de las otras revistas y la única manera de tener éxito es vendiéndosela a los millones de personas que no leen esas otras revistas. Al igual que Starbucks no tendría oportunidad si se hubieran dirigido al tipo de personas que toman café en vips, Sanborns, OXXO, o 7 eleven y el iPad no tendría el éxito si todas las personas estuvieran contentas de usar sus computadoras de la forma como la usan.

Ten eso en mente la próxima vez que un "experto" te explique porque tu idea va a fallar.

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