lunes, 9 de mayo de 2011

Monitoreando tu monólogo interno

Una de las mejores formas que tenemos para intuir la forma como otros deciden, es entender "como decidimos nosotros". Tenemos una voz interior y asumimos lo que otros hacen también.  Es decir, no nos gusta el queso amarillo entonces asumimos que a los demás tampoco.

Conocí dos tipos de exitosos mercadólogos intuitivos. El primero, no puede describir porque la gente hace lo que hace, solo lo saben. Platicando con un diseñador de modas durante horas, y llegué a la conclusión de que no tenía idea de porque o como las decisiones de usar cierta prenda se hace, No tenía palabras para eso.

El otro tipo es un honesto testigo de la toma de decisiones que ocurre cada día. "¿Porque escogí eso?" "¿Porque creo eso? es por algo que me dijeron mis padres?" "Porque dí dinero a la beneficencia?" Este análisis es difícil y valioso. Significa que no puedes dar cosas por verdad, incluso esas cosas que sería mas cómodo dejarlas sin analizar y considerarlas como verdad. Teólogos tienen este dilema todo el tiempo, porque ¿Cómo pueden estudiar una idea, tendencia o una creencia si ellos también lo consideran como una verdad universal?

Y así el mercadólogo elimina los prejuicios y deja de utilizar los resultados internos, en lugar de eso, toma notas las cuales empiezan superficiales, pero si se sigue cuestionando, se pueden tener cuestionantes mas profundos, quitando las capas de instinto que se tenía. Tu también puedes cuestionar esas primeras ideas, observa si ocurren en la generalidad de las personas y así tendrás los resultados para saber como comunicar tu próxima idea.

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